martes, 22 de noviembre de 2011

¿Quiero cambiar mi relación? ¿Quiero?



Es posible que alguna vez te hayas planteado que te gustaría que tu relación cambiara, pero piensas que no puede cambiar y ... habrá que conformarse con lo que hay! ¿Sí???... Estás segura? A veces evitamos esfuerzos por pensar que no nos van a servir para nada, estamos adelantando las consecuencias negativas antes incluso de que lo pongamos en marcha. Esto es lo que nos pasa cuando pensamos "es que es así, no lo puedo cambiar", "para qué quejarme, si las cosas van a seguir igual, mejor me callo", o "todos los chicos con los que he estado me han hecho lo mismo, así que será normal", "por mucho que me esfuerce, no lo conseguiré" (ni que fueras una pitonisa que ya sabe el futuro) o peor aún "no me merezco nada mejor que lo que tengo".


Quizá pensamientos parecidos a estos estén limitando tu capacidad para cambiar la situación, pero... ¡Igual tienes más opciones de las que piensas y sí puedes cambiar tu situación! ¿Te animas a pensar al menos en la posibilidad? Aquí tienes un ejemplo muy claro que nos dejó Mónica Quesada Juan hace un tiempo en este artículo de Pikara sobre los modelos de relación, y lo difícil que nos resulta cambiar... incluso aunque sepamos que nuestra relación no nos está sentando bien. "Imagínate que al lado de tu casa hay una tienda de alimentación donde tu familia y tú habéis comprado siempre. 

A medida que pasa el tiempo empiezas a notar que ese tipo de comida no te sienta bien. Nada bien. Te ha costado años darte cuenta. Te cuesta creerlo porque te gusta tanto… Pero, definitivamente, tienes que tomar una decisión. Te planteas las siguientes alternativas: Para elegir en libertad tu propio modelo de relación, primero tendrás que detectar dónde tienes las cadenas. Si actúas como si no las llevases, seguirás encadenada, y encima ¡dolorida! - Buscar otra. Implica tiempo y esfuerzo. Preguntar, informarte, probar, etc. El proceso será duro, estará lleno de equivocaciones, pero a la larga te ayudará a sentirte mejor. - Crear tu propio huerto. Es la que más tiempo y esfuerzo requiere, pero la que más compensa. Porque eres tú quien decide qué y cuándo plantar y con quién compartirlo. 

Y, si tu prioridad es cuidarte, ¿qué mejor que hacerlo tú misma o mismo? En las relaciones, la opción de seguir con el mismo modelo suele ser la más elegida. Estamos dispuestas y dispuestos a dedicar mucho tiempo a comprar un coche o ropa, pero somos incapaces de invertir -que no perder- el tiempo analizando porqué reproducimos ciertos modelos que nos son perjudiciales. 

Conocernos a nosotras o nosotros mismos es una asignatura pendiente. Es cómodo reproducir el modelo dañino y quejarnos de que las cosas no cambian. Por otro lado, buscar otro tipo de modelo de pareja requiere tiempo, ganas y esfuerzo. Y, sobre todo, ir contracorriente, moverte en diferentes círculos, analizar tus actitudes (que no siempre irán acorde con tus ideales)… 


 Esta opción es menos elegida que la primera porque en nuestra educación no suele incluirse el egoísmo sano, pensar en ti y en lo que te conviene, fuera de las normas culturales. (seguir leyendo el artículo) " Y tu qué? ¿Eres de las que piensa que las cosas son como son y ya está? ¿Tiendes a escuchar lo que él quiere, lo que a él le gusta y a intentar dárselo? ¿Te sientes mal porque no haces todo lo que él quisiera? ¿Te gustaría hacerle feliz y saber amarle como él quiere? Pues si alguna vez te has hecho alguna de esas preguntas, puede ser el momento de que le des la vuelta, y en lugar de preguntar por él... preguntespor ti y te escuches! (grábatelo y póntelo en tu mp3 si te hace falta) Piensa en: lo que tú quieres lo que tú necesitas lo que a ti te gusta lo que tú deseas lo que sientes con lo que tú disfrutas lo que te gustaría cómo te gustaría verte en unos años Y compáralo con lo que realmente hay. Si la diferencia es demasiado grande... quizá te empiece a interesar pensar en cambiar tu situación. Pensar en ti no es egoísta, es escuchar tu "YO". ¿Qué tal si cuando empieces a escuchar tu yo... te animas a buscar y a esforzarte por lo que tu YO quiere... y no por lo que quieren los demás, o por lo que quiere él?

No hay comentarios:

Publicar un comentario